martes, 7 de septiembre de 2021

LOS LIBROS DE CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO



Canción de Hielo y Fuego es, para, George R. R. Martin, autor de esta saga la cumbre de su obra: 

«Es lo más grande que he hecho y es el libro más ambicioso que he escrito en mi vida», dijo.

La historia comenzó en 1991, cuando se encontraba escribiendo otro libro. Al hacerlo,  se le ocurrió de repente la imagen de unas criaturas llamadas Huargos y esa imagen se amplió deprisa, hasta que en poco tiempo tuvo el primer capítulo en la mente: «Entonces escribí el segundo capítulo y el tercero, y de pronto supe que me había metido de lleno en ello. Al principio pensaba: “Esto es un relato” o “¿Es una novela corta? No, va a ser un libro; va a ser una trilogía”.»


Esa decisión de que fuera una trilogía la tomó aquel mismo año 1991: «Desde Tolkien, las trilogías han sido una fórmula apreciada en la fantasía. Pero entonces me surgieron asuntos con Hollywood y la guardé en el cajón durante un par de años mientras hacía pilotos y ese tipo de cosas. Cuando volví a cogerla en 1994, la vendí como una trilogía; pero entonces, mientras estaba terminando aquel primer libro, me quedó claro que no conseguiría llegar al sitio donde quería al final de todos esos miles de páginas, así que empecé a hablar de cuatro libros; y en cierto punto del proceso empecé a hablar de seis libros. Pasé limpiamente por encima del cinco, nunca pensé que serían cinco. No escribo las cosas con sangre, pero siete suena bien. Siete dioses, siete reinos, siete libros... Hay una cierta elegancia en ese número que me gustaría conservar. Y cuando has establecido eso, lo principal es contar la historia, no pisar el acelerador o comprimirlo todo.»

Una parte del atractivo de la serie es que cada capítulo adopta un punto de vista diferente, lo que hace que los personajes pasen de héroe a villano y viceversa a medida que vamos oyendo los pensamientos interiores de la gente. Martin explicaba: «Todos tenemos razones para hacer lo que hacemos, incluso aquellas que podrían parecer malvadas vistas desde fuera. A veces se basan en suposiciones erróneas, o en un egoísmo innato o en compulsiones psicológicas, pero siguen siendo razones. Algunas de mis historias de ciencia ficción tratan ese tema de la telepatía. Si pudiéramos leer la mente de los demás, ¿iríamos al amor y la comprensión universales o a la repugnancia universal?»

El primer libro de la saga fue bien recibido y los críticos elogiaron Juego de Tronos por ser más que una mera epopeya de espada y brujería. Ganó varios premios y en 1997 obtuvo el premio Locus. 

El segundo, Choque de Reyes, salió al mercado en 1998 y ganó el prestigioso premio Locus de ciencia-ficción; asimismo fue elogiada por la crítica. 

El tercer libro, Tormenta de Espadas, se publicó en el año 2000, precedido por una novela corta titulada Camino de Dragón, una compilación de algunos de los capítulos sobre Daenerys Targaryen. Para la tercera temporada de la serie, los productores desestimaron su idea de hacer una temporada televisiva por cada libro y dividieron el descomunal tomo en dos temporadas. De la misma manera, en algunos países se dividió la edición de bolsillo en dos volúmenes; el primero fue Nieve y Acero y el segundo se tituló Sangre y Oro. 

En Francia llegaron al extremo de dividirlo en cuatro volúmenes. Tormenta de Espadas fue candidato al muy prestigioso premio Hugo, pero perdió ante Harry Potter y el cáliz de fuego, de J. K. Rowling. La historia continúa la saga de los cinco reyes y el regreso de Daenerys a Pentos con sus planes para invadir los Siete Reinos. Además, contiene una de las escenas más comentadas de la serie: la Boda Roja (que ya se ha analizado a fondo en las páginas 21-25). Tormenta de Espadas se situó en el número 12 de la lista de los más vendidos de The New York Times.

La idea de Martin era que su siguiente libro fuera más corto y más parecido al anterior, Choque de Reyes. En principio Danza de Dragones se esperaba para cinco años después de Tormenta de Espadas, pero el autor se dio cuenta de que eso no les iba bien a ciertos personajes y escribió Festín de Cuervos, que así fue el cuarto libro de la saga. Martin había eliminando el vacío de cinco años y la acción continuó con el quinto libro: Tormenta de Espadas.

La historia de Festín de Cuervos era orgánica, lo que la hacía difícil de controlar. El libro no tardó en ser más largo que Tormenta de Espadas y no estaba acabado. Martin era remiso a eliminar parte de la historia y a recortar los personajes. Los editores querían dividir el libro en dos partes, pero Martin no acababa de verlo claro, ya que tenía la sensación de que la primera parte carecía de la resolución para con sus personajes con la que estaban familiarizados sus fans.

Entonces un amigo le sugirió que, en vez de partir la historia en dos volúmenes, la dividiera geográficamente en dos partes: la primera sería Festín de Cuervos y la segunda, Danza de Dragones. Eso significaba que podía aplazar las trayectorias inacabadas de algunos personajes y trasladarlas al siguiente libro. Sobre esa división, Martin ha dicho: «Lamento haber tenido que partir el libro, pero como tenía que hacerlo, era mejor, por diversas razones, atender al criterio geográfico que al cronológico.» Se publicó en 2005 y fue directamente a los primeros puestos de las listas de ventas. Martin pasó a ser conocido como «el Tolkien americano».

Como era de esperar, la partición de la historia hizo que el destino de algunos de los personajes quedara sin resolver, pero el autor había declarado que el quinto libro saldría al mercado al año siguiente Sin embargo, se fue retrasando y, de hecho, transcurrieron seis años hasta que se publicó Danza de Dragones. Mientras tanto, HBO compró los derechos y empezó el trabajo de escritura de un guion, se dio el visto bueno a la grabación de un piloto y, por fin, se emitió la serie.

Los últimos dos libros prometen ser igual de largos, si no más. La penúltima entrega llevará por título Vientos de Invierno y el séptimo se titulará Sueño de Primavera. Parece que ese será el último libro, pero Martin ha dicho que él es firme sobre el final de la saga solo hasta que decida no serlo. 

Aunque escribe con la trama argumental muy clara en su cabeza, Martin es un autor que permite que la historia vaya desarrollándose conforme progresa. Hablando con la revista Rolling Stone, contaba: «Veo dos tipos de escritores: los arquitectos y los jardineros. El arquitecto, antes de clavar un clavo en una madera, tiene todos los planos y sabe cómo va a ser la casa y por dónde van a pasar las cañerías. Después están los jardineros, que cavan un hoyo en el suelo, plantan una semilla y la riegan, a veces con su sangre, y después sale algo. Saben qué es lo que han plantado, pero aun así hay muchas sorpresas. Hay escritores que son puramente una cosa o la otra, arquitecto o jardinero, y yo estoy mucho más cerca del jardinero. Sé cómo va a terminar la saga y conozco el destino de todos los personajes principales, pero hay un montón de personajes menores y de detalles que voy encontrando a lo largo del viaje. Para mí, como lector y también como escritor, lo que importa es el trayecto, no el destino final.»

Por otra parte, el propio Martin explicó que le gustaba utilizar la metáfora de un viaje: «Si salgo de Nueva York con destino a Los Ángeles, puedo mirar un mapa y saber que voy a pasar por Chicago y luego por Denver. Pero eso no significa que sepa lo que hay detrás de cada curva del trayecto, dónde va a haber un desvío o un autoestopista. Voy descubriendo cosas así en el trayecto, y en eso, para mí, es donde está el placer de escribir.»

Además, les ha contado a Benioff y Weiss los puntos principales del argumento, por si acaso le sucede algo, pero no permitirá que otro escritor concluya su novela: «Mis fans me señalan constantemente que soy mortal. Me escriben cartas preguntando qué planes he hecho para cuando muera y quién va a terminar la serie. No entra en mis planes morirme pronto. Tengo algunos problemas de salud propios de la edad, pero, en general, estoy bastante sano. Espero vivir aún unos veinte años, más o menos, tiempo de sobra para escribir; y quién sabe cómo habrá avanzado la medicina para entonces. Puede que sea inmortal; eso me gustaría.»

Cuando en el año 2005, tras terminar Festín de Cuervos, corrió la voz de que ya había acabado de trabajar en Danza de Dragones, Martin no hizo nada por rebajar las expectativas de los fans. Declaró para Entertainment Weekly: «Es un error muy extendido. Acabé algunas partes de Danza de Dragones en 2005, cuando terminé de escribir Festín de Cuervos, pero no era como si tuviese dos libros enteros. Tenía un libro entero y otro que estaba parcialmente escrito. Hice una estimación de lo que tardaría en convertir aquellos fragmentos en un libro completo y, lamentablemente, el cálculo fue demasiado optimista. ¿Qué puedo decir? He necesitado mucho más tiempo.»

Hay rumores de que la serie de televisión acabará adelantando al libro, pero eso no le preocupa a Martin. En 2012 le contó a la revista Rolling Stone: «Voy bastante por delante, pero contacten conmigo dentro de un año, porque podría ser que entonces mi respuesta sea otra. Tengo entre manos otros proyectos que me ocupan mucho tiempo y necesito hacer limpieza para poder concentrarme en los libros. He de aprender a decir no cuando la gente viene a pedirme un relato o un prólogo. La semana pasada me la pasé entera escribiendo la introducción de tres libros distintos. La verdad es que soy un escritor lento, haga lo que haga, tanto si se trata de una gigantesca epopeya fantástica como si debo escribir un prólogo. “Esto solo son mil palabras, puedes liquidarlo en una tarde.” No, no puedo, me tiraré tres días dándole vueltas.»

En otra entrevista añadió: «Ha sido un largo viaje. Creo que estoy empezando a verlo, pero sigue siendo un túnel muy largo. El original del último libro tenía mil quinientas páginas y me parece que cada uno de los dos siguientes será por lo menos igual de largo; eso son tres mil páginas más que todavía he de escribir, que es una cantidad notable de escritura. Voy escribiendo un capítulo tras otro, una escena cada vez, una frase después de otra, y no me preocupo por el resto. Paso a paso, tarde o temprano, el viaje me llevará allí.» En otra ocasión, bromeó: «Dos libros grandes: mil quinientas páginas de manuscrito cada uno, eso son tres mil páginas. Creo que eso me da un margen. Y si me veo muy apurado, como ya hice aparecer aquel cometa rojo, puedo hacer que choque con Poniente y acabar con todo.»

Mientras sus fans están impacientes por leer su nueva obra, Martin tiene su propia manzana de la discordia literaria porque considera que los autores de género todavía no son reconocidos como merecen: «Yo no utilizaría el término “intelectuales literarios”, que es una especie de elitismo al revés, pero creo que la fantasía y la ciencia ficción son una parte legítima de la literatura. Me parece que hablo en nombre de la mayoría de los escritores de fantasía y ciencia ficción si digo que para cualquiera que trabaje en este género es un continuo fastidio que cada vez que se produce una gran obra anden los críticos diciendo “pero eso no es ciencia ficción, es demasiado bueno”. El último ejemplo es Cormac McCarthy y La carretera. No hay duda de que es un libro de ciencia ficción y, sin embargo, está ganando un montón de premios y la gente dice que es ciencia ficción. Bueno, es literatura y es ciencia ficción. Es un caramelo para la tos, pero sigue siendo un caramelo.»

Martin ya ha detallado cuáles son sus planes para el futuro en cuanto concluya su épica saga. «Cuando haya terminado Hielo y Fuego podría escribir una novela de ciencia ficción. Nunca he dejado el terror y no voy a dejar la fantasía. Me encanta escribir historias policíacas de suspense, así que puede ser lo próximo que haga. Lo que no quiero es que me digan que me siente y siga produciendo lo mismo por los siglos de los siglos. Eso sería aburrido.»



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