El origen y el final determinan el espacio intermedio. El origen es el momento del nacimiento de los distintos mundos y dimensiones, y el final los une de nuevo. Detrás de ambos actúa la eternidad, lo no temporal.
Un chamán es una persona que puede establecer un enlace entre los distintos mundos y dimensiones. Entiende las conexiones internas y externas que existen en la unidad de todo ser. Como intermediario de los distintos mundos y dimensiones, traduce los mensajes de dioses, antepasados, espíritus, animales, plantas, piedras, demonios, etc.
Normalmente viaja a través de las ondas del sonido de los tambores y entra en contacto con dioses, seres naturales, seres de luz, espíritus de antepasados, animales, plantas, piedras y demonios. Con ello consigue obtener una visión más amplia de la totalidad y actúa partir de ella. A través de esto puede explicar relaciones, curar, leer el destino, etc.
El chamanismo existe en todas las partes del mundo y en distintas formas. Como en las mitologías, los chamanes dividen el mundo en tres zonas: el Mundo de Arriba, el Mundo Intermedio y el Mundo de Abajo. Cuando un chamán ha entendido la fuerza de estos reinos, puede acceder a los demás espacios de los tres mundos: el mundo de los antepasados, el mundo de los difuntos, el mundo de los elementos y el mundo de los reinos antiguos.
A continuación se explican los conceptos Mundo de Arriba, Mundo Intermedio y Mundo de Abajo.
El Mundo de Arriba
Mundo Superior, Mundo Iluminado, Cielo, Ciudad del Sol, País del Verano.
Como Mundo Superior o de Arriba se designa generalmente un espacio que se ordena en la parte superior del mundo. Son las residencias y reinos de los seres divinos, dioses y diosas, maestros, ángeles, elfos de la luz, dioses de la naturaleza y de la tierra (por ejemplo Pan, Neptuno, Poseidón y la Frau Holle alemana), de los seres cósmicos y almas iluminadas de los seres humanos espirituales y afectuosos. El Mundo de Arriba comprende los Reinos de la Luz y del Sol. Da lugar a enseñanzas, sabiduría, inspiraciones, sugerencias y ayuda, además de nuestros maestros/as, curanderos/as, guías...
El reino iluminado está normalmente unido al reino de los humanos a través de un puente brillante, el arco iris de la esperanza. El Mundo de Arriba es ilimitado, amplio, lleno de armonía, colores y tonos.
El Mundo de Arriba en otras culturas
Azteca: Omeyocan, el lugar de la dualidad. Para los aztecas éste es el más alto de los 13 cielos y la residencia de los dioses Ometeotl (dios creador) y Omecihuad (diosa creadora). De este cielo descienden las almas con su destino predeterminado hacia la Tierra, para nacer como mortales.
Budista: Abhirati, Jodo y Sukhavati. Abhirati es sánscrito y significa «Reino de la Alegría». Es un paraíso intermedio budista, que se encuentra en el este del universo y que es regido por el buda Akshobhya junto a la diosa pacificadora Locana. Jodo es el país de Buda o el paraíso de Buda, el país de los iluminados, regido por un buda trascendente. Es una etapa previa hacia el Nirvana, la meta final del anhelo budista, la liberación definitiva. Sukhavati es el paraíso de la alegría, que está colmado de una luz inconmensurable y ofrece a todos los seres delicias inimaginables y espirituales. Es considerado el «Reino Puro» y se encuentra al oeste del universo; su soberano es el Buda Amithaba. A través de la fe profunda y la repetición de su nombre, todo el mundo puede volver a renacer y tener una vida feliz hasta la entrada final en el Nirvana.
Celta: Annwyn (irlandés/celta: emain ablach). El no-mundo galés. El reino de las hadas del Más Allá, la isla de los santos. Aquí los difuntos son recibidos por luz y colores, baile y música, comida y bebida, y por los brazos de un amado o amada.
China: Cb'ung-Ming y K'un-lun. Ch'ung-Ming son las islas de los santos, los inmortales. Se encuentran en el mar de la China Oriental, frente a la desembocadura del Jangtsekiang, el río Amarillo. No pueden ser alcanzadas por ningún ser vivo, pues todo barco que lo ha intentado ha sido desviado por el viento, ha volcado o las islas se han hundido ante los tripulantes del barco. K'un-lun es una sierra china que se encuentra al oeste. Está considerada el lugar de la felicidad y la residencia de los inmortales. Está tres o nueve plantas más arriba y tiene los mismos pisos debajo de la tierra. Lao-Tsé, por ejemplo, desapareció en K'un-lun cuando al final de su vida se dirigía hacia Occidente. La soberana de este reino es Hsi-Wang-Mu, la diosa de la inmortalidad. Vive en un palacio de jade de nueve plantas, rodeado por un muro de oro puro. Los Hsien masculinos (inmortales, santos y sabios que han sido desplegados al cielo (por ejemplo Laotse y Confucio) viven en el ala derecha del palacio y los Hsien femeninos en el ala izquierda. En todas partes suena música mágica y en el jardín del palacio crece un árbol en el que cada 6.000 años madura un melocotón que concede la inmortalidad.
Egipcia: Earu significa «campos triviales». Es el mundo del Más Allá egipcio en el cielo oriental, el reino lúcido de los difuntos, que el ser humano podrá pisar tras un dictamen positivo en el Más Allá. Aquí podrá proseguir con sus actividades terrenales. Germánica: Véase el capítulo Yggdrasil.
Griega: Olimpo y Elysiom. El Elysiom es un paisaje paradisíaco, una isla de los santos, donde siempre es primavera. Este lugar se encuentra en la parte más occidental de la tierra y está rodeado por el río del Olvido. Allí residen los santos que han conseguido, gracias a la cortesía de los dioses, la inmortalidad. Es parte del Olimpo, la residencia de los dioses y las diosas.
Hinduista: Loka, Glolka. Los mundos celestiales de los hinduistas es el lugar donde viven los dioses. En el Triloka, las tres grandes esferas —Cielo, Tierra e Inframundo— comprenden ocho regiones celestiales: Bhurloka, Bhuvarloka, Svarloka, Maharloka, Janarloka, Tapoloka y Satyaloka, que se agrupan bajo el concepto Loka, así como Glolka, que es la más alta de todas. Es la residencia de los dioses hinduistas Krishna, que vive unido a Radha, y Vishnu, el dios de la luz y el sol, defensor del orden cósmico.
Húngara: Kacsalabon forgo var. Una fortaleza en el cielo. Es transportada por una pata de pato que está fijada en la tierra y gira alrededor del árbol del mundo (Tetejetlen nagy fa), a través de las múltiples capas del cielo y la tierra hasta lo más alto de la bóveda celeste. La cima debajo de Tetejetlen nagy fa es la cima de la montaña del mundo. Trepar por el árbol forma parte de las pruebas de un chamán (talos). En la planta superior del Kacsalabon viven los istos (creadores y dioses superiores), demonios, espíritus, herones (dioses del tiempo) y sarkany (dragones gigantes).
Inca: Hanan Pacha y Tialocan. Mundo del Más Allá paradisíaco de los incas al que llegan las almas de los difuntos a través de un puente trenzado con cabellos, si es que no tienen que ir al Inframundo (Ucu Pacha).
Islam: Djanna (voz árabe para «jardín» y «paraíso»). Tras el juicio final, es el paradero de los escogidos y los bondadosos. Tiene forma de pirámide —o cono— de ocho plantas y ocho puertas. En el piso más alto crece un loto cuyas ramas lo eclipsan todo. El jardín es un país en el que fluyen el vino y la miel, la leche y el agua. Alfombras y sillones exquisitos cubren el suelo. Los santos son atendidos por las huris, las vírgenes sabias. De éstas existen dos tipos, humanas y djin; son de color ambarino, alcanfor, azafrán y almizcle, y tan suaves y transparentes que la silueta de sus piernas brilla incluso a través de setenta trajes de seda. Saludan a todo aquel que entra en el paraíso y lo miman por sus buenos actos.
Judía: Shamajim (término hebreo para «cielo»). Al segundo día del inicio de la Creación, Dios creó el firmamento, la parte visible del cielo, como bóveda y presa entre el agua de la lluvia y el agua de los mares, ríos y suelo. El cielo es la residencia de los piadosos y bienaventurados, y el lugar en el que viven los ángeles que miran a Dios.
Lituana: Duazos. El país de los bienaventurados. Allí van a parar las almas de los difuntos en caso de que sigan siempre la Vía Láctea y mientras no tengan que seguir viviendo en árboles para hacer penitencia.
Polinesia/hawaiana: Rumia, Hwaiki. Rumia es el mundo celestial. El cielo se ha construido a partir de la capa más externa del Cosmos. Sus apoyos proceden del Mundo Terrenal, y el espacio intermedio es atravesado por la diosa Atea (diosa del cielo, de la luz).
Sintoísta (Japón): Takama-ga-hara. Parte superior del cielo. Se representa como un lugar amplio con montañas y ríos, árboles y plantas, cuadrúpedos y pájaros. Es la residencia de las deidades que normalmente dan consejos sentadas sobre piedras en el cauce de un río. Takama-ga-hara está unida al Mundo Terrenal a través de un puente (Ama-no-uki-hashi).
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