La escena que no podemos mencionar:
Recuerdo estar leyendo el libro cuando ni siquiera habíamos escrito el piloto y pensar: “Ay, Dios, esto tiene que salir bien. Hemos de conseguir que esta serie llegue a existir porque si somos capaces de hacer que esta escena funcione, va a ser de lo más grande que se haya visto nunca en cine o televisión”», eso decía Benioff y no bromeaba. La Boda Roja es una escena crucial de la serie, o puede que la escena crucial; un momento impresionante y sobrecogedor que te parte el corazón y te hiela la sangre en las venas.
La primera entrega de Canción de Hielo y Fuego puso de manifiesto, sin lugar a dudas, que el mundo de Martin es un lugar violento donde nadie está a salvo. Transmitir esa sensación era la intención deliberada del autor, que así lo explicaba en Entertainment Weekly: «Resulta muy irritante abrir un libro y saber a las diez páginas que el héroe, que acabas de conocer en la primera o en la segunda, siempre saldrá ileso de todo, solo porque es el héroe. Eso es completamente irreal y no me gusta. Si yo fuera un soldado que ha ido a la guerra, la noche anterior a una batalla estaría bastante asustado. Ir a la guerra da miedo.»
Martin quería que sus lectores sintieran ese miedo, porque «quiero que sientan que nadie está a salvo; que si mi personaje está rodeado por tres personas que empuñan espadas, está metido en un buen lío, porque es uno solo contra tres. Es una manera excelente de dejar claro que no estás escribiendo la típica aventura de dibujos animados en la que el héroe va a matar de golpe a veinte hombres gracias a su brillante manejo de la espada, y luego saldrá de ahí sin que le hayan hecho un solo rasguño soltando una gracia detrás de otra».
La muerte de Ned dejaba claro que en Poniente no se iban a andar con chiquitas: personajes muy apreciados por el público han seguido la misma suerte. No obstante, ninguna muerte ha tenido tanto impacto, ni siquiera la de Ned Stark, como el derramamiento de sangre en la Boda Roja. Los acontecimientos están documentados en el tercer libro, Tormenta de Espadas, de manera que mucha gente esperaba que constituyeran el acontecimiento final de la tercera temporada, ya que los productores dividieron ese libro entre dos temporadas, la tercera y la cuarta.
Catelyn Stark sella el acuerdo con la Casa Frey para que su hijo Robb, a la sazón rey en el Norte, dirija la guerra contra los Lannister. Una de las condiciones del pacto es que se case con la hija de Lord Walder Frey. Robb, que se entera en ese momento, parece resignado a ello, para gran diversión de sus hombres. En la serie es un momento con poco peso y, sin embargo, pone en marcha una terrible sucesión de acontecimientos, que lleva a la muerte de Catelyn y de él mismo, así como de la mayoría de sus tres mil quinientos banderizos.
Robb no cumple el pacto matrimonial y se casa a espaldas de Lord Frey, que empieza a tramar la venganza con Tywin Lannister.
Como si fuera una oferta de paz, Frey invita a Catelyn y a Robb a la boda de su hija Roslin con Edmure Tully. Como ya han ofendido a uno de sus aliados, no pueden declinar la invitación.
La boda es un jolgorio estruendoso y Robb no se da cuenta de que sus banderizos empiezan a estar demasiado borrachos para lo que les espera ni de que los músicos son, en realidad, caballeros que esperan el momento de atacar. Y así ocurre: matan a los hombres del Norte. Las carpas preparadas para el banquete se desploman y acto seguido les prenden fuego.
Herido por las flechas, Robb muere cuando Roose Bolton (interpretado por el actor irlandés Michael McElhatton) le clava un cuchillo en el corazón. Los Frey cortan la cabeza del cuerpo sin vida de Robb y la de su lobo huargo; luego cosen la cabeza del animal al cuerpo de Robb como gesto de mofa sobre la relación que el rey muerto tenía con la criatura. A Lady Catelyn Stark le cortan el cuello y la tiran desnuda al río.
Martin escribió la escena cuando estaba trabajando en el tercer libro y sabía que esa escritura iba a ser desgarradora. Se la inspiró el joven rey de Escocia Jacobo II, al que decapitaron tras invitarlo a un castillo bajo la promesa de hacerse con un salvoconducto.
Martin ha dicho sobre la escena: «[Fue la] que más me costó escribir. Era la más violenta y dificultosa de todas. He recibido muchísimos correos de los lectores diciendo que es brillante, pero otros dicen que no han podido seguir leyendo después de ese episodio y que han abandonado mi libro porque era demasiado doloroso. Esa era la intención, que fuera dolorosa. Escribirla lo fue y leerla también debería serlo, porque la idea es que la escena te arranque el corazón del pecho, y te llene de terror y de pena. Eso es lo que me esfuerzo en conseguir.»
A Empire le contaba: «Les tengo muchísimo apego a los personajes que he creado, sobre todo a aquellos que representan un punto de vista. Cuando estoy escribiendo desde el punto de vista de un personaje, me convierto en ese personaje; comparto sus pensamientos, veo el mundo a través de sus ojos e intento sentir todo lo que él siente. Cuando compartes ese vínculo con alguien, incluso aunque se trate de alguien ficticio, es duro matarlo. Por eso la Boda Roja era tan dolorosa, aunque no es el único episodio doloroso. Así que matar a determinado personaje que representa un punto de vista es duro, desde luego; pero, por otra parte, me encanta crear nuevos personajes, como se puede ver por los muchos que voy añadiendo sin parar.»
Richard Madden, que interpreta a Robb Stark, habló al Baltimore Sun de su inminente destino en pantalla: «No consigo dejar de pensar en esa escena. Desde el punto de vista fílmico, es la escena más impresionante que se pueda imaginar; impresiona de verdad. No he llegado a ese episodio en la lectura porque voy leyendo temporada a temporada para así poder seguir sorprendiéndome. Creo que esa escena va a resultar brillantísima; va a quedar perfecta. He tenido tanto tiempo para convertirme en ese personaje que no solo le tengo muchísimo respeto, sino que, además, siento que me pertenece.»
0 comentarios:
Publicar un comentario