El Hombre Bondadoso pertenece a la Hermandad de los Hombres sin Rostro, una sociedad secreta de asesinos que rezan al dios de la muerte, su Dios de las Muchas Caras.
Cuando Arya va a Braavos para aprender las costumbres de los Hombres sin Rostro, el Hombre Bondadoso se hace cargo de su adiestramiento.
Primero se le aparece como un ser grotesco, al que de la vacía cuenca del ojo le sale un gusano; pero, cuando emplazan a Arya a que muerda el gusano, la cara del Hombre Bondadoso se convierte en la de un dulce anciano.
Cuando cree que Arya ya está preparada, le da su primera misión. La niña recibe instrucciones de matar solo al objetivo y no hacer ningún daño a su guardaespaldas.
Ella se fija ingeniosamente en que el objetivo siempre muerde las monedas de oro y le cuela una envenenada cuando no está mirando.
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