Había una vez, en un reino muy lejano, en las tierras de la primavera sin fin, un rey sentado en su trono de oro que gobernaba su reino en perfecta armonía.
Se podía percibir la abundancia solo con ver el magnífico castillo en el que vivían el rey y su hija. La majestuosa atmósfera del bosque se extendía por todo el castillo, y por último, pero no menos importante, también la inmensa belleza de la princesa.
Era este reino el puro cielo en la Tierra; no había nada que no pudiera alcanzar la perfección de este lugar. La belleza de su bosque lo hacía increíble. En esos bosques vivían criaturas de tiempos muy remotos y uno de ellos era el más precioso de todos ellos... que fue perseguido durante siglos por su mágico cuerno. La bestia conocida como el unicornio.
Un día, un rumor comenzó a propagarse. Alguien vio una criatura blanca con el aspecto de un caballo, pero que a diferencia de estos, tenía un hermoso cuerno en el centro de su frente... y de repente todos los hombres cogieron sus cuchillos y lanzas, y sacaron su sed de sangre y toda su violencia a la luz. La caza había comenzado.
Mientras que los hombres del rey preparaban y afilaban sus armas, la joven princesa confinada en su habitación, pasaba el tiempo cepillándose su pelo rubio hermoso y sedoso. Era la doncella más pura de todo el reino con un corazón tan tierno como una rosa y un alma tan limpia como el agua de la fuente de la juventud que estaba en el bosque. Poseía un gran espíritu aventurero y ese día se decidió a dar un paseo por los bosques de los alrededores.
Se podía percibir la abundancia solo con ver el magnífico castillo en el que vivían el rey y su hija. La majestuosa atmósfera del bosque se extendía por todo el castillo, y por último, pero no menos importante, también la inmensa belleza de la princesa.
Era este reino el puro cielo en la Tierra; no había nada que no pudiera alcanzar la perfección de este lugar. La belleza de su bosque lo hacía increíble. En esos bosques vivían criaturas de tiempos muy remotos y uno de ellos era el más precioso de todos ellos... que fue perseguido durante siglos por su mágico cuerno. La bestia conocida como el unicornio.
Un día, un rumor comenzó a propagarse. Alguien vio una criatura blanca con el aspecto de un caballo, pero que a diferencia de estos, tenía un hermoso cuerno en el centro de su frente... y de repente todos los hombres cogieron sus cuchillos y lanzas, y sacaron su sed de sangre y toda su violencia a la luz. La caza había comenzado.
Mientras que los hombres del rey preparaban y afilaban sus armas, la joven princesa confinada en su habitación, pasaba el tiempo cepillándose su pelo rubio hermoso y sedoso. Era la doncella más pura de todo el reino con un corazón tan tierno como una rosa y un alma tan limpia como el agua de la fuente de la juventud que estaba en el bosque. Poseía un gran espíritu aventurero y ese día se decidió a dar un paseo por los bosques de los alrededores.
Empujada por el deseo de recoger algunas flores frescas, salió del castillo y se dirigió hacia el bosque. Enamorada por la belleza de los árboles y de las aguas cristalinas de las fuentes perdió la noción del tiempo y vagó durante horas y horas hasta que de repente, se perdió en él.
Comenzó a darse cuenta de que los bosques eran cada vez más y más oscuros y los árboles perdían su belleza, la hierba estaba muerta y no había animales alrededor.
Inmediatamente empezó a sentir miedo y se acordó de una historia que había oído hacía mucho tiempo a niñera, una historia sobre el bosque oscuro, que estaba en las profundidades de los hermosos bosques de los alrededores.
Todo el mundo creía que era sólo una leyenda, que no era un lugar real, pero ella, justo en ese momento pensaba: "Podría ser que..." Y ni siquiera pudo terminar su pensamiento cuando las ramas de los árboles empezaron a enroscarse por sus piernas y brazos, adentrándola más y más en ese tétrico lugar...
Una criatura pisaba ligeramente sobre la hierba, moviéndose lentamente entre los árboles, en dirección hacia el pequeño claro donde ella yacía inconsciente. A medida que el animal se acercaba, vio la pureza de la joven dama frente a él y poco a poco comenzó a confiar en la criatura inocente.
Cuando el unicornio llegó a ella, inclinó el cuello hacia abajo, miró su hermoso rostro y lentamente se acostó junto a ella. Después de un rato la princesa se despertó, en primer lugar sintió un poco de miedo, pero después de mirar en los ojos negros, inofensivos, del unicornio, se sintió segura.
A continuación, la bestia blanca se levantó y lentamente, detrás de la niña los dos se dirigieron hacia el castillo. La princesa se quedó prendada de la inocencia y nobleza de esa criatura, por sus elegantes movimientos entre los árboles y sus suaves pasos en la hierba. Pura armonía.
Cuando llegaron al castillo y atravesaron los muros de piedra, de repente, una gran cantidad de personas armadas los rodearon y el unicornio empezó a relinchar moviéndose bruscamente. La princesa comenzó a gritar y a decir a los hombres que esta criatura le había salvado la vida y los condujeron al castillo.
Cuando llegó el rey, ella le explicó todo lo que había pasado y él, llorando, le dijo que todo el mundo había estado muy preocupado por ella. Abrazó a su preciosa hija y miró a la bestia aterrorizada. Sólo entonces se dio cuenta de que el unicornio es la más pura y la criatura más inocente de todas.
Esa noche, durante la fiesta que organizaron, se proclamó que el unicornio era un animal sagrado y se prohibió su caza.
Después de dejar a salvo a la joven princesa, el animal salió del castillo y nunca regresó. Nadie lo vio de nuevo, pero ahora todos los hombres sabían la verdad sobre el unicornio.
Se cuenta que la hija del rey se reunió el unicornio de nuevo, pero, esa es una historia diferente...
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